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Pequeño gran amor Consciente

Pequeño gran amor Consciente

Paula Prieto Peña

Paula Prieto Peña

Publicado el 3 de junio de 2025

Este no es solo un relato sobre un gato. Es una historia sobre el amor que sostiene, la ternura que transforma, y la compañía que llega justo cuando el alma la necesita.

Hoy quiero contarte un poco de mi relación con Oliver, mi amigo felino, mi tejedor de paz con hilos de ronroneo, quien afina mi corazón en días nublados.

Oliver, o como también le digo “Gatito Arcoíris”, no fue el primer compañero animal que ha llegado a mi vida. Desde pequeña, y heredando de mis papás y mi familia el gran amor y respeto por los animales, siempre sentí un cariño profundo por ellos. Desde que tengo memoria, estos grandes seres peludos nos han brindado su compañía, su presencia y su amor.

De hecho, mi niñera —y quien me empujaba para que empezara a gatear— fue Katia, una San Bernardo con quien dormía dulces y cálidas siestas.

Después de muchos años, y varias bienvenidas y despedidas, llegó como un regalo del cielo un peludito blanco y suave como un algodón: Tomás, un gatico persa de tres meses. Él llegó a mi vida cuando tenía 12 años y cruzó el arcoíris a sus 14. Este peludito fue realmente importante para mí. Yo era una niña introvertida en el colegio, atravesando los años más intensos de emociones: cambios, tristezas, alegrías, rechazos, decepciones… Tomás se convirtió en mi refugio, en quien me escuchaba y con quien podía ser simplemente yo. Podía cantarle, bailar, reír, hablarle sin sentirme mal.

Me esperaba en la puerta cuando llegaba, y si me movía de un lugar a otro, él iba conmigo. Durante mucho tiempo pasé muchas horas del día sola y sin salir de casa, porque mi mamá y mi hermana cumplían horarios laborales. Y por mi parte, después del colegio, no ingresé a una universidad tradicional debido a una falla en el corazón.

Esto te lo cuento porque ha sido una de las experiencias que más han marcado mi vida… y también el vínculo que he tenido con los peluditos, especialmente con los gatos. Su ronroneo y su amor han sido parte importante  para que mi corazón esté estable.

“Hoy, Oliver continúa esa cadena invisible de amor que me une a cada uno de los seres peludos que han pasado por mi vida. Este pequeño gran amor consciente me recuerda, día a día, que la ternura también puede sanar.”

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Sobre el autor

Fotografía de Paula Prieto Peña

Paula Prieto Peña

Cofundadora y facilitadora

Facilitadora de experiencias transformadoras a través del mindfulness y la creatividad. Especializada en traducir la sabiduría ancestral a experiencias accesibles para el mundo contemporáneo.